El incremento del precio del pan y la harina empezó a regir desde el viernes pasado. El denominado pan popular pasó de 10 a 13 centavos. Esto obedece al alza del precio del quintal de harina de trigo de 33,50 a 35,50 dólares.
El incremento del precio de la harina, se concretó mientras nuestra atención estaba enfocada en la inseguridad y el caos generados por el amotinamiento policial del 30 de septiembre. Y si bien nadie ha protestado por este incremento y en algunos casos la disminución del tamaño de cada unidad, parece que sistemáticamente se van dando elevaciones en momentos críticos, que hacen que su impacto aparentemente pase desapercibido. Lo mismo nos pasó con el incremento del precio de los pasajes de transporte urbano en Riobamba.
Al parecer, ciertos grupos tienen más “suerte” que la generalidad de la ciudadanía, y si bien esos ingresos generan bienestar para un sector de la población, los demás parecería que nos quedamos sin pan ni pedazo.
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