martes, 4 de enero de 2011

NO LLORAR SOBRE LA LECHE DERRAMADA

Hoy, lamentamos los miles de litros desechados por sobreproducción y la falta de una política previsiva en la regulación de este mercado. En un país con alto índice de desnutrición, ¿a quién le echamos la culpa?



Si pensamos en el llamado 30-S, "no llorar sobre la leche derramada", significaría que no tiene caso simplemente lamentarse por lo ocurrido, no quejarse luego de sucedida la desgracia, práctica diaria en nuestro medio. La Sicología dice que el rasgo de la personalidad sicopática, es nunca asumir responsabilidades. No tener complejo de culpa, los demás son siempre los responsables, no quien la tiene. Nos rasgamos las vestiduras por la democracia amenazada.



En medio de este desconcierto, el rumor se propaga velozmente. En pocas horas, el rumor enfila directo al corazón de los ciudadanos. "No siempre la propaganda de un rumor tiene origen, contenidos o efectos políticos, aunque siempre tiene sustratos políticos, ya sean evidentes o solapados", escribe Fernando Butazzoni.



El país vive gran tensión política, la desconfianza es cotidiana, el rumor está como pez en el agua. El rumor es de cobardes y antidemocrático, ­es el chisme como arma política miserable­, aunque pueda tener elementos de verdad, quien lo reproduce se suma a esa cobardía. Luego nos lamentamos de las consecuencias. Y, a llorar sobre la leche derramada. ¿Usted que opina?

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