martes, 4 de enero de 2011

LA PAJA EN OJO AJENO

¿Quién no ha escuchado, mirar la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio? El origen de esta sentencia está en Mateo 7, 3. En donde Jesús advierte sobre juzgar los comportamientos ajenos.



Adolecemos de este mal, nos fijamos en los defectos del prójimo, esos mismos defectos en nosotros nos parecen insignificantes, hasta los justificamos. Somos expertos en detectar defectos ajenos, pero no somos capaces de detectar virtudes.



No nos gusta que nos juzguen, pero si nos gusta criticar, hacer criticas sin sentido o criticas negativas.



Encontramos una interesante clasificación de los críticos de este tipo: “el "yo creador", aquel que todo lo quiere modelar a su imagen y semejanza. El "interesado", quiere cambiarnos para sus intereses. El "por conveniencia", vocifera a los cuatro vientos los defectos ajenos para que no se noten los propios. El "omnisapiente", es el que sabe que es lo correcto para todos. El "sabelotodo", anda corrigiendo al resto en la redacción y/o la ortografía, ante su falta de creatividad recurre a citas rebuscadas.”



¿Se identificó con alguno?

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