miércoles, 24 de febrero de 2010

CUATRO SEMANAS EN CUBA – La Habana: Patrimonio Mundial


Junto con los periodistas Miguel Ángel, Jacinto, Laura, Johana y Yasira, entre otros de Panamá, Ecuador, México y Bolivia, respectivamente, recorremos en un soleado domingo, el Centro Histórico de La Habana Vieja, ninguno de nosotros tiene hasta ese momento una idea de lo que vamos a encontrar, conocemos por informaciones que el Centro Histórico, está inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial desde 1982, ésta era la oportunidad para saber ¿por qué?

Un año después de la declaratoria de la UNESCO, se inició en colaboración con las autoridades nacionales la Campaña Internacional de Salvaguardia de La Habana, para devolver su carácter genuino y colonial a la Plaza Vieja y los edificios históricos adyacentes. Cuba ingresó en la UNESCO en agosto de 1947. Su capital, es sede también de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe ORCALC, que en febrero de 2005 celebró medio siglo de existencia.

En 1994, a iniciativa de la República de Cuba, el Consejo Ejecutivo de la UNESCO creó el Premio Internacional “José Martí”, que recibe su nombre del libertador de la isla. Este galardón, que han recibido entre otros la historiadora dominicana Celsa Albert Bautista(1995) y el pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín (1999), recompensa a personas o entidades que hayan contribuído a la unidad e integración de los países de América Latina y el Caribe, así como a la preservación de sus identidades, tradiciones culturales y valores históricos.

Pero, qué mejor que conocer de viva voz lo que es y cómo se proyecta este patrimonio, emblema del país. Magda Resick, Directora de Habana radio, colabora directamente con la oficina del Historiador de La Habana. Esta dependencia está encargada de desarrollar, restaurar, mantener y difundir el Centro Histórico. Al guiarnos con gran conocimiento en este recorrido por los edificios patrimoniales nos dice: “están ustedes visitando un Centro Histórico habitado por más de setenta mil pobladores, cosa única en el mundo”. Y así es, efectivamente por las calles y edificaciones restauradas, nos encontramos a sus inquilinos. Dentro de los edificios funcionan además centros de atención a niños especiales, niños reciben clases en las denominada “aulas museo”, nacidas de la necesidad y el ingenio, una maternidad y un centro de atención al adulto mayor en una antigua iglesia católica, “Nuestra Señora del Belén”.

Eusebio Leal, es quien está al frente de la Oficina del Historiador y hace diez años lleva adelante este proyecto de gestión de recursos y visión científica. El objetivo final es la gente, dice, a quienes está dirigido el proceso de restauración a través de un Plan Maestro, donde están unidas empresas constructoras especializadas en rescate de patrimonio, un área de medios de comunicación de radio, prensa y televisión, un programa cultural que nace del entorno y sus habitantes y en el que se inserta el turista.

El turista llega a este sitio a disfrutar del arte que se produce naturalmente en él, los recursos para llevar adelante este proceso, salen de una empresa turística conformada por más de sesenta instituciones, sistemas de tiendas especializadas, hoteles, restaurantes y otras de tipo turístico, esta empresa es Habanguex S.A., con once años de trabajo en el ámbito, nos relata Magda Resick.

La declaratoria de La Habana como Patrimonio de la Humanidad abarcaba mayor espacio del que ocupa el Centro Histórico pues, además de él, comprendía la zona urbanizada en e siglo XIX, correspondiente al área liberada por la demolición de las murallas y su entorno, así como las fortificaciones del canal del puerto en sus dos riberas, las protección patrimonial se extendía hasta el Paseo del Prado y el parque de la Fraternidad. La zona de ampliación aportó 155 nuevas construcciones del siglo XIX y 166 del siglo XX, con lo cual la cifra se elevó a 1229 edificaciones, evaluadas según su estado en 17% buenas, 47% regulares y 36% catalogadas como malas.Fueron firmados convenios con la Agencia de Cooperación Española para crear una Escuela Taller, donde 91 jóvenes se capacitaron en los oficios demandados por la restauración y a la vez realizaron sus prácticas en la recuperación de varios inmuebles y de la iglesia y convento de San Francisco de Asís, joya por excelencia de la arquitectura habanera; proyecto financiado por la cooperación española. Instituciones como el Ateneo y la Fundación Simón Bolívar de Carcasa hicieron realidad la “Casa de Simón Bolívar” y su plaza; Austria impulsó la restauración del antiguo palacio del marquesado Casa calderón, hoy Centro estudiantil José de la Luz y Caballero. Oswaldo Guayasamín reconstruyó a su coste una hermosa casa, al igual que la pintora venezolana Carmen Montilla. Los trabajos en el convento e iglesia del Belén comenzaron gracias a la ayuda de Suiza y de otros países e instituciones como las Naciones Unidas con su Programa para el Desarrollo Humano.

En la iglesia del Belén, encontramos a un grupo de mujeres de la “tercera edad” que con gran energía y emoción nos saludan y en medio de la algarabía entonan los versos de “Cuba, qué linda es Cuba, quien la defiende la quiere más…”, evocando el orgullo de ser y pertenecer a esta tierra.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario