Por:
Diego Moncayo Amores
Casi al finalizar el año
lectivo en el Régimen Sierra y Amazonía, profesores, estudiantes y padres de
familia, vivimos un gran estrés,
ocasionado por varias circunstancias.
Los maestros, aquellos buenos,
que son la mayoría, por la expectativa de cumplir adecuadamente y con
mérito su vocación. Hay de los otros, los “hechos los exigentes”, seguramente
estresados por su falta de logros, limitaciones y hasta traumas, que traen como consecuencia una descarga de frustraciones
mediante el acoso académico y hasta el maltrato sobre los estudiantes.
El estrés, dice Ascensión
Palomares en su texto, El Estrés en la
Educación, “…es la respuesta psicológica, fisiológica y/o emocional de una
persona, al intentar adaptarse a las presiones internas y externas. …Las personas estresadas suelen responder con
una sensibilidad excesiva ante cualquier fracaso o dificultad. Además, no se
autovaloran suficientemente, por lo que no disfrutan de los éxitos obtenidos,
exigiéndose cada vez más rendimiento y eficacia.” Sin duda muchos docentes
y muchos más estudiantes, sufrirán las consecuencias de estar sometidos a estas
presiones a las que refiere la autora.
El actual sistema educativo
ecuatoriano, genera una serie de derechos, garantías y responsabilidades
compartidas entre los integrantes de esta trilogía de la que somos parte,
normas de las cuales debemos estar concientes y sin duda estamos llamados
observar.
Sin embargo, es necesario
llamar la atención sobre casos en los que debido a esa presión de finalizar el
año con éxito, los estudiantes y por consiguiente los padres sienten también los
efectos del estrés. No se diga los maestros, seres humanos finalmente, que
tienen sus propias preocupaciones.
Por ello, es necesario sugerir
que dentro de estas innovaciones que se generan actualmente en el sistema
educativo, se evalúe de manera permanente el estado de salud física y mental de
los integrantes de esta trilogía, para saber cómo nos afectan esas presiones.
No esperemos a sufrir las
consecuencias que pueden generar profesores estresados y alumnos estresados.
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