TODOS
TIENEN UNA MADRE…
Están aquellas madres, de las de antes, de recato y oración, de completa disciplina y siempre metidas en la cocina, dándose gusto con las recetas de antaño, de aquellas que conquistaban el corazón por el estómago.
Están las madres de la siguiente generación,
que a más de sus estudios o su trabajo, se dieron modos para alcanzar a la
presentación de la obras de teatro de la escuela de sus hijos e hijas, y
pasaron por los cambios de la dictadura a la democracia.
Y por supuesto, están las madres de hoy, que
luchan entre el diario trajinar, estar a la moda y no descuidar su rol,
enfrentar a la tecnología y los riesgos de una generación que se comunica más con
su celu, o su laptop.
Pero eso sí,
todas ellas, siempre preocupadas por sus hijos e hijas, sean grandes o
pequeños, por quienes están a su lado, por quienes están ausentes y por aquellos que aunque ya tienen sus
familias siempre regresan por el cariño, el alivio o el consejo.
Siempre esperando por sus hijos e hijas Siempre
pendientes de que sean “personas de bien”.
¿Identificó a alguna de ellas? Seguro que sí.
Es ella, siempre ha estado allí, en persona o en espíritu. ¿Por qué dedicarles
solo un día?
A todas felicidades, pero como dice la
canción: “…NINGUNA COMO LA MÍA…”
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