jueves, 26 de noviembre de 2009

CRÓNICAS DEL TREN-EL TREN MÁS DIFÍCIL DEL MUNDO – NO ES UNA PIEZA DE MUSEO


EL tren que llegó a Riobamba, aquella mañana de 1905, traía un olor casi imperceptible, el aroma de la Costa, mezcla de caña brava y agua marina, deslizándose entre sus vagones y un aire que, a primera impresión, parecía marcial. Pero era otro tipo de orden. Era como si los relojes de los guardagujas funcionaran a la perfección, una persistencia de garúa inglesa, y una tenacidad de lluvia ecuatoriana, para lograr lo imposible, el TREN MÁS DIFÍCIL DEL MUNDO, como lo habían señalado quienes pensaban en esa empresa de locos.

Pero el tren no solo llevó al General Eloy Alfaro, su constructor más tenaz, en un irónico viaje a Quito, en 1913, donde lo ultimaron las fuerzas conservadoras en una hoguera bárbara, como la calificara el escritor Alfredo Pareja Diezcanseco; sino un oponente del anterior siglo, que también tuvo la visión de un tren que uniera un país, con un nombre de línea imaginaria, pero tan real, como las selvas que habría que desbrozar en la empresa, y parecería que el tren tanto al liberal como al conservador quisiera despedirlos hasta en esas muertes de emboscada. Eso debió sentirlo Gabriel García Moreno, quien el día de su asesinato llevaba, en su brazo, el informe al Congreso sobre los avances de la vía Yaguachi - Barraganetal, eran 45 kilómetros que quedaron paralizados por años, tras el asesinato perpetrado por Faustino Rayo, que le propinó catorce machetazos y seis balazos en 1875. Ese informe en una gruesa carpeta, escrito por su propio puño, voló cerca de las gradas donde lo ultimaron también, las consignas de los jóvenes liberales y acaso el mandatario lo protegió hasta el último momento.

Las palabras de Antonio Flores Jijón, mostraban también a un país que aún no estaba listo para los retos, “es el ferrocarril más difícil del mundo y si alguien lo termina, será el Presidente más grande de los Andes”. Quizá con esta premisa muchos mandatarios han buscado recuperar la histórica obra ecuatoriana.

Los trenes siempre fueron un mercado ambulante. El tren bajaba a la Costa llevando toda clase de productor de la Sierra, vendían en todos los pueblos y asimismo, subían otra carga. Había el tren directo, el mixto de Riobamba a Quito, mixto de Riobamba a Guayaquil, y viceversa; mixto de Bucay a Durán, ida y vuelta; tren de pasajeros Alausí-Bucay, los días de feria. En los años sesenta corrían 37 locomotoras de vapor diarias, entre Durán y Quito y 20 autocarriles en todo el sector.

El ferrocarril constituyó la columna vertebral de desarrollo económico, sociopolítico del país. Los pueblos nacieron por él, comenzaron a crecer donde se hacían las estaciones, hoy son fantasmas donde la gente migra o muere de hambre. Huigra, Kilómetro 105, Naranjapata, Ventura, San Juan, Cajabamba, Mancheno, Guamote, Naranjito, Yaguachi, ¿Acaso nombres solo para la historia o el olvido? No lo creemos.

Una cadena completa se movía en torno al ferrocarril, comidas, estibadores, sitios de alojamiento, la cantidad de empleos directos, hacía florecer la economía de miles de familias, que nacieron, crecieron y se desarrollaron con él. Gladys Arias, ex empleada de la entidad, hija de ferroviario, relata su experiencia de trabajo, recuerda que “aquí en la Superintendencia (de los Ferrocarriles de Riobamba) se manejaba los trámites de Guayaquil a Quito, de Sibambe, Cuenca, había muchos trenes, el 5y 6, el 11, el mixto, el tren que salía de aquí para Quito y además de eso los autoferros, los directos y los que pasaban de Quito a Guayaquil, pasaban a las once y media de la mañana(los primeros) y el que venía de Guayaquil, pasaba a las doce o doce y cuarto”, recuerda que para comunicarse a través del teléfono de magneto, solicitaban a las telefonistas para contactar a las diferentes estaciones que estaban bajo la supervisión de las oficinas de Riobamba. Con los ojos humedecidos, Gladys sostiene que “realmente ser ferroviario, no solamente era una satisfacción, era un orgullo ser ferroviario, no cualquier persona podía ser ferroviario…, era porque le nacía a uno no, la nacía a uno servir a la empresa a la que queremos tanto y añoramos…”

Hace más de un siglo atrás y con el avance de la tecnología, la empresa adquirió, equipos de oficina y herramientas de trabajo, y dio de baja los considerados obsoletos y en desuso, que debían incinerarse, donarse o eliminarse, la Empresa empezó a entregar piezas históricas, a varios museos del país. En el año 1997, por iniciativa del ex maquinista Mario Tello (+), con el apoyo de los ingenieros Marco Redrobán y Mario Montalvo, se propusieron crear en Riobamba el museo ferroviario, recopilando materiales y documentos en Durán, Riobamba y Chimbacalle, en Quito, junto con fotografías del Departamento de Tráfico, ex trabajadores ferroviarios y familiares de los constructores de la obra, Jhon y Archer Harman, la implementación del museo y sus costos los asumieron sus precursores, quienes en un espacio físico entregado por la empresa del edificio donde funcionó la Superintendencia de Transportes y Telecomunicaciones (de las calles 5 de Junio entre 10 de Agosto y Primera Constituyente), en el centro de la ciudad. El objetivo era mantener viva la historia de la construcción del ferrocarril más difícil del mundo que en su época constituyó el medio de unión e intercambio comercial entre la Costa y la Sierra, Actualmente la EFE anuncia que conjuntamente con el Ministerio e Instituto de Patrimonio se realizan los estudios para la restauración de este ícono de la historia ferroviaria.

Muchos de los ex ferroviarios recuerdan como se conservaban aquellas herramientas de trabajo y cómo se llegaba luego de una formación de nivel internacional a ocupar los cargos de brequero, maquinista y conductor, a través de una férrea disciplina como describe Eduardo Escobar, ex jefe de maquinistas. “No había como la disciplina ferroviaria, en ese entonces eran las maquinas de vapor, nos pagaban a nosotros por hora, había una disciplina férrea, continúe yo (mi formación) en las escuelas internacionales, estudiando todas las clases de locomotoras que existían para llegar a ser maquinista”. Escobar recuerda que junto a otros dos compañeros viajó a la Argentina, y como anécdota señala que en aquella época el tren en ese país, corría a una velocidad promedio de 120 kilómetros por hora, “lo que para nosotros era un escándalo, porque aquí se corra 20 o 30 kilómetros…”

El ferrocarril requiere ser rehabilitado en su totalidad, el tramo del sur, el del norte, en Manabí, Guayaquil-Salinas, en la provincia de El Oro y el ferrocarril al Curaray, muchos quedaron en proyectos. La propuesta de una rehabilitación integral de la red ferroviaria y su proyección al futuro como una empresa competitiva, deben ir acompañadas de una gran campaña de educación, de recuperación de memoria, de empoderamiento en las nuevas generaciones. Hemos constatado la añoranza y la nostalgia de quienes amaron esta obra, a la par de aquello, también se puede advertir un aire de optimismo y esperanza, asi como el deseo de volver a ver el tren recorriendo los caminos del Ecuador.





…Si me exige la máquina fuerte

Sacrificio en la lucha, la vida,

Que me importa el dolor de la herida, ç

Si el perder es quien causa dolor.

Ferroviario me quiso el destino,

Ferroviario he de ser aunque muera,

Mi overol y la Patria bandera,

Son insignias que alzó el Ecuador.(Fragmento)

CRÓNICAS DEL TREN - EL FERROCARRIL EN LA TIERRA DE NIEBLA Y FUEGO


Las estaciones de Pistishí, Huigra y Bucay eran típicas, construídas con elegancia y con estilo americano, con un zócalo de piedra, las paredes de ladrillo puro, con madera tratada, muy bien hechas. Se trataba de uno de los tantos atractivos turísticos, ya que en el país eran únicas las tres. Desgraciadamente la primera fue demolida. Actualmente la EFE la intervino y está restaurada.

Todo el complejo que pertenecía al ferrocarril Sibambe-Cuenca es casi inexistente dicen los ferroviarios. Las instalaciones comprendían piscina, canchas deportivas, chalet, escuela, centro de convenciones, viviendas y talleres. Lo único que sobrevivió al tiempo son los recuerdos y nadie hace nada por recuperar estas reliquias afirman con nostalgia los ex trabajadores.

Esta ruta, Sibambe-Cuenca, geográficamente era bonita y de una trascendencia importante. Fue construída en un inicio hasta el Tambo. En la Junta Militar de Ramón Castro jijón llegó hasta Gapal en la capital azuaya. Contaba con tres locomotoras, una de ellas se encuentra en la Avenida Unidad Nacional, frente al estadio Olímpico de Riobamba, es la número 17. En este tramo trabajaban diariamente diez autocarriles, a doble jornada, para carga y pasajeros. Los trenes de carga tenían tanta demanda que todas las semanas se llevaban tres vagones de frutas y productos del trópico a Chunchi, seis vagones para Azogues y Cuenca. De esta última ciudad se transportaba cemento Guapán, productos elaborados por la fábrica El Juri, cuyo destino final era Quito, Ambato, Riobamba o Ibarra. En Pistishí se quedaban treinta vagones con carga, esperando el turno para ser trasladados, las locomotoras no avanzaban con tanto trabajo, relatan. El personal de aquella época debía trabajar turnos de hasta veinte horas. Cuando los gobiernos comenzaron a desatender el ferrocarril, lentamente moría todos los días. Luis Idrovo, ex Jefe de Estación, quien estuvo en ambas rutas, refiere como se categorizaba las estaciones, “por ejemplo Guayaquil y Durán estaciones de primera categoría, al igual que Milagro, Bucay y Riobamba”…

Para Fausto Zambrano, ex trabajador del ferrocarril, éste “era algo maravilloso, era el principal medio de transporte, su gente muy preparada, recorría la Sierra y la Costa, era vida el ferrocarril para todas la poblaciones intermedias”. En la Sierra, el recorrido empezaba por la estación de Alausí, luego Tixán, Guamote, Cajabamba, Riobamba, Ambato, Salcedo, Latacunga, Machachi y Quito. De Durán a Bucay la característica era un trayecto de tipo tropical. A lo largo de la vía podían verse ingenios de azúcar, plantaciones de bananos, caco, café y tabaco. La principal estación de esta zona era Milagro, cuyo desarrollo comercial fue muy importante. Entre Bucay y Huigra la región se mostraba subtropical. Huigra, con alegres casas, rodeadas de jardines y de plantíos de hortalizas. Allí se levantó un busto del General Eloy Alfaro. En el altiplano, Riobamba, en la época de auge ferroviario, la describen como una ciudad con muy buenos edificios, parques, monumentos y hoteles. Al llegar se podía apreciar a los dos lados del vasto anfiteatro de su ingreso, se levantaban los más altos y hermosos nevados de los Andes Ecuatorianos.

El tren ecuatoriano, pese a sus evidentes problemas, se niega a desparecer, y la actual administración de la EFE, al parecer se inclina por la iniciativa turística, para mostrarle al visitante, en sus recorridos, un país de contrastes y de esplendores, donde los sembradíos de la Sierra, que parecen tapices, se entremezclan con los arrozales mientras un sol enorme se entierra cerca del mar. Un país donde es posible admirar las culturas diversas en una tierra de niebla y fuego.

La rehabilitación del ferrocarril y su proyección al futuro, debe ser una política de Estado, es ahora o nunca dicen los más apasionados. Pero esto requiere de un compromiso de todos para reavivar la esperanza. Para Juan de Dios Roldán, Alcalde de Guamote, existe la voluntad política del Presidente de la República para recuperar el ferrocarril, y es necesario dice, el compromiso de las autoridades locales, “espero que en esta vez se haga realidad porque antes han habido ofrecimientos y no se han concretado, hay un compromiso serio y los municipios estamos comprometidos para trabajar desde la competencia de la territorialidad”, afirma.

QUIÉNES ESTÁN DETRÁS DE LA CEMENTO?

Luego del anuncio del Presidente de la República de la estatización de la Cemento Chimborazo, que pasa a manos del Ministerio de Industrias, se han evidenciado al menos tres grupos interesados en la adquisición de la empresa, que no en pocas ocasiones fue motivo de conflictos políticos, por la misma intención de venta e inclusive de problemas judiciales debido a supuestos malos manejos y problemas laborales, muchos de ellos que concluyeron con la salida de algunos directivos, en el primer caso y de dirigentes sindicales, eso sí con cuantiosas indenminizaciones, en el segundo.

Según publica Diario El Comercio (28-10-2009), “A más de las organizaciones indígenas de Calpi, San Juan, San Bernardo y Gatazo, una asociación de militares retirados y los trabajadores de Cemento Chimborazo están interesados en comprar el 49 por ciento de las acciones de esta firma.

En el primer caso las 30 comunidades son parte del Fideicomiso Comunitario de Chimborazo. En esta zona los 17 mil indígenas también están dispuestos a pagar USD 17 cada mes y durante cinco años para ser accionistas y así desarrollar planes ambientales y obras de infraestructura.”

En cuanto a los representantes de la Asociación de Militares en Servicio Pasivo San Jorge, que funciona en Riobamba, éstos quieren participar en esta iniciativa, con sus 600 socios de nueve provincias. La adquisición sería a través de mil acciones, cada una valorada en mil dólares y ofertadas a la asociación por el Fideicomiso Integrado por la empresa portuguesa CIMPOR y la Corporación Indígena Empresarial. El tercer grupo interesado son los propios trabajadores.

Cuando el Presidente Rafael Correa anunció que el Estado a través del Ministerio de Industrias adquiriría el 51 por ciento de las acciones, la propuesta que realizó el fideicomiso Cimpor, fue rechazada, puesto que la empresa, según las palabras del Primer Mandatario, estaría valorada en unos 57 millones de dólares y la oferta fue de un poco más de 20 millones.

La venta de la Cemento Chimborazo se actualiza, así también esa vieja aspiración de que realmente esta empresa sea de los chimboracenses.

Estamos preparados para asumir ese reto y responsabilidad?

Sin duda, es una gran oportunidad para la provincia que nos pone a prueba, en donde deberemos hacer un balance de nuestras opciones. Ahí deberán aparecer por ejemplo aquellos empresarios que creen en la provincia, aquellos dirigentes de diferentes sectores que permanentemente reclaman oportunidades para el desarrollo de iniciativas, el poder de la organización local. Todos estaremos en esa posibilidad de participar, ha dicho el Mandatario, para lo cual inclusive se anuncia la apertura de líneas de crédito con la Corporación Financiera Nacional CFN. Además será necesario que el Estado garantice las condiciones y genere confianza para los potenciales inversionistas.

Será una opción positiva para Chimborazo, eso sí, siempre y cuando no se pretenda pagar favores y beneficiar solo a unos pocos. Por eso, tienen que quedar claras las condiciones de esta propuesta y sobre todo que se evidencie, quiénes están detrás de la Cemento.

OBRAS SIN PRESUPUESTO

Según el organismo que agrupa a los consejos provinciales del país, las asignaciones correspondientes a los ejercicios económicos del 2.008, 2.009 y 2.010, que pertenecen al Fondo de Desarrollo Provincial, FONDEPRO y Ley de Distribución del 15% no cumplen con las disposiciones legales vigentes y a la decimocuarta disposición transitoria de la Constitución de la República, que garantiza la entrega de recursos a partir de su vigencia y derogatoria de todas las leyes especiales, de al menos lo mismo que se entregó hasta diciembre del 2008.

Qué significa esto?

Por ejemplo la ley 65, que creó el Fondo de Desarrollo Provincial, FONDEPRO una “asignación equivalente al 2% del monto total de los ingresos corrientes del Presupuesto General del Estado”. En el cálculo elaborado por el Ministerio de Economía, los Gobiernos Provinciales no reciben los montos correspondientes al porcentaje legal. Para el año 2.008, la cifra de ley sumaba más de 170 millones de dólares, mientras que la asignación fue de más de 108 millones de dólares, existiendo un perjuicio de 61`590.000,oo dólares. Las diferencias abismales generan disminuciones sustanciales entre 196 millones a 7 millones, que al final genera un perjuicio de 189 millones en el 2.009; y para el ejercicio económico del 2.010 la inconsistencia se repite de 204 millones desciende a 7 millones, con un detrimento de 197 millones.

En el caso de la asignación del 15% del Presupuesto del Gobierno Central corresponde a los gobiernos provinciales. En el 2.008 la ley determina la suma de 389 millones, la asignación oficial fue de 285 millones, entonces se habría producido un perjuicio de 103 millones de dólares. Para el 2.009, la disminución de las rentas alcanza el monto de 195 millones y en la misma forma para el 2.010 el cálculo de ley debería asignar 516 millones, mientras que la asignación estatal es de 285 millones, una diferencia de 230 millones.

Cómo perjudicará la falta de estos recursos, que no ha sido informada a cada una de las provincias, en el cumplimiento de obras ofrecidas? Es una respuesta que esperamos los ciudadanos de las instancias pertinentes, para inclusive apuntalar un reclamo necesario, que debe ser frontal y contundente, porque lo que se juegan son los dineros que nos corresponden para la obras que aún no se concretan.

jueves, 19 de noviembre de 2009

OTRA REGIONAL QUE SE VA, BIEN GRACIAS


OTRA REGIONAL QUE SE VA, BIEN GRACIAS

A riesgo de resultar cansino y sin perjuicio de quienes han afirmado que la regionalización administrativa del país, donde Chimborazo se ubica en la tercera región, no nos afecta, es necesario hacer referencia a los criterios que se suman a los hechos de la desmembración institucional de la que está siendo objeto la provincia, así como de la falta, como se afirma en esos criterios, de una visión concreta, sustentada y sobre todo consensuada del desarrollo de la ciudad y de la provincia por parte de todos, si en verdad sentimos y amamos a nuestra tierra.

Un funcionario de la Defensoría del Pueblo de Chimborazo, concretamente el Dr. Jorge Luis Hidrovo, en una nota de prensa, señala que “la institución está entrando en una renovación, se van a crear regionales a nivel del país y la nuestra estará en la ciudad de Ambato.”, fin de la cita. Por demás está recordar que en un criterio anterior ya habíamos anunciado la intención, y a las pruebas me remito, el hecho cierto de que las instituciones regionales de la administración ejecutiva que ya funcionan en la provincia o las que se vayan a crear se trasladarían a la capital de nuestra querida vecina Tungurahua.

Sin embargo de aquello, no hay autoridad, organismo, cuerpo colegiado, colectivo, ong, grupo social, políticos profesionales, aspirantes a políticos, etc, etc, que hayan alcanzado o procurado una explicación satisfactoria al respecto. Pero no esas explicaciones técnicas a las que nos están acostumbrando los representantes de la SENPLADES, en los trillados talleres, donde se esboza un justificativo técnico a decisiones que a la vista se convierten en políticas.

Pero vamos más allá, en la información publicada origen de estas reflexiones, el funcionario en mención nos deja, porque estas declaraciones las hace a modo de despedida, algunos argumentos que ameritan por lo menos algún análisis, y dice “Las regionales se van porque no hay poder de gestión de parte de nuestras autoridades, para nadie es desconocido que Riobamba era una ciudad de mucho peso a nivel de país, pero hoy es relegada; las autoridades trabajan individualmente, en otras ciudades trabajan unidos, cosa que no se ve en esta ciudad, además, pesa mucho el tema político”, fin de la cita.

Entonces?

Como riobambeños, estamos convencidos de que la nuestra es y debe ser una ciudad altiva, pujante y sobre todo que aporte desde sus realidades al desarrollo nacional. Tenemos entonces mucho que decir y mucho que hacer al respecto de estos temas que se están convirtiendo en nuestro pan de cada día. No queremos ni por un momento dudar de las buenas intenciones de quienes en ejercicio del poder, por acción u omisión puedan estar siendo permisivos en estos temas del desarrollo de nuestra jurisdicción. Toda buena acción que se cumpla deberá merecer el reconocimiento de todos. Pero en el tema de las buenas intenciones no hay que olvidar que el camino al infierno está empedrado de las mismas, como dice el refrán.

Así que, qué hacemos? Otra regional que se va. Bien gracias.

CRÓNICAS DEL TREN-EL FERROCARRIL ECUATORIANO,MÁS QUE UNA AÑORANZA




Hace más de cien años, el tren hizo su aparición en el Ecuador. Quizá muchos, tengan una vaga idea de lo que ha significado este medio de transporte producto de la revolución industrial, para este país andino, sobre todo, de lo que su presencia significó para cientos de miles de ecuatorianos cuyas vidas se desarrollaron a lo largo de los 452 kms del recorrido, de este caballo de acero que, lento pero seguro marcó con su vibrar incesante, el desarrollo de ciudades y pueblos, así como las vidas de personas y familias.

Los Ferrocarriles Ecuatorianos inician su historia en forma casi simultánea con la vida republicana del Ecuador, dejando como testimonio varios hechos que marcaron su existencia: 1842, establecimiento de un pequeño ferrocarril en Chonana-Guayas, durante el Gobierno de Juan José Flores; 1861, García Moreno convoca a la primera licitación para construir el ferrocarril del Sur; 1845, al morir García Moreno se han construído 45 kms de vías y circulan dos locomotoras entre Quito y Guayaquil; 1897, el presidente Eloy Alfaro, firma el contrato con Archer Harman y se crea la The Guayaquil and Quito Railway Company; 1901, se concluye el tramo de la famosa Nariz del Diablo; 1905, llega el Ferrocarril a Riobamba; 25 de junio de 1908, inauguran el Ferrocarril del Sur.

Desde los primeros años de la vida política del país, diferentes gobiernos han considerado al ferrocarril como parte importante de su desarrollo. Cuántos presidentes han procurado siempre en sus discursos, tocar esa fibra sensible de los ecuatorianos, como es la añoranza del paso del tren por aquellos pueblos que en el apogeo de esta empresa, crecieron y se desarrollaron a su paso.

Es que el ferrocarril, acaso se ha convertido solo en eso, en parte de los discursos emocionados de ocasión, solo en una añoranza?

Es acaso, por hoy el tema obligado para el coloquio en aquellas ciudades como Riobamba, capital de la provincia del Chimborazo ubicada en el centro del país, en donde cientos de familias cuentan entre sus miembros por lo menos a un ex trabajador o ex trabajadora de los ferrocarriles. Con nostalgia muchos de estos ciudadanos, se reencuentran con sus recuerdos al pasar por la estación del ferrocarril, ubicada en el corazón de la capital chimboracense, adornada con el más bello espectáculo natural, La Avenida de los volcanes. Otros, indiferentes a lo mejor se preguntan, qué significado tienen esas edificaciones, esos viejos durmientes, a dónde nos conducen esas oxidadas rieles, para qué nos sirve la permanencia del ferrocarril?

Quizá los únicos que puedan responder esas interrogantes, sean aquellos que fueron parte de la historia del tren. Llamadores, fogoneros, maquinistas, jefes de estación, técnicos, administrativos. Tal es el caso de Hermel Heredia, ex llamador, su paso de 30 años por el ENFE, entre el 48 al 78, según recuerda, “ingresé muy jóven, me tocaba ir de casa en casa buscando a los miembros de la tripulación para el convoy, estaba compuesta de seis integrantes, maquinista, fogonero, brequero. Me tocaba recorrer a pie, luego nos dieron una bicicleta, imagínese que me tocaba ir al barrio Ferroviario, de ahí a San Alfonso, a la Panadería. Me tocaba volar”, reseña Heredia.

Será acaso más fuerte la voluntad de hombres y mujeres, de riobambeños, chimboracenses y ecuatorianos, frente a décadas de desidia, aprovechamiento, intereses económicos y promesas demagógicas? El ferrocarril entró en decadencia a principios de la década de los sesenta del siglo pasado. El aspecto fantasmal de estaciones y pueblos que se encuentran a lo largo de la ruta ferroviaria, contrasta con los recuerdos de años dorados y experiencias humanas como la de Sonia Andrade, ex funcionaria de los ferrocarriles, quien se desempeñó como telefonista y técnica en la oficina de recursos humanos entre el 69 y el 72, “la empresa era la única que ofrecía este servicio de telecomunicaciones, era más o menos como el sistema de telégrafo, con puntos y rayas, ya sabíamos identificar a qué estación se llamaba, Riobamba, Bucal, Durán. Los bancos utilizaban bastante nuestros servicios” indica, “cuando voy a las oficinas centrales en Quito, ya no es como era antes, cuando veo esto me da mucha pena, y me dan ganas de llorar, y cuando veo que está surgiendo me contento. Para mi el ferrocarril era lo más grande…”, señala con la voz entrecortada.

El 16 de septiembre del 2005, se creó la actual Empresa de Ferrocarriles Ecuatorianos EFE, lo que significó la desaparición de la ENFE, Empresa Nacional de Ferrocarriles del Estado. Según la ley de creación la actual empresa, ésta tiene su sede en Riobamba, paradójicamente y a pesar de alentadores anuncios realizados las actuales autoridades, el tramo de Chimborazo, parece ser el menos atendido. Sin embargo, el gerente regional de la empresa, asegura que hay algunos trabajos que se realizan con miras al 2010, en la Estación de Riobamba. “En la estación de Riobamba, está funcionando la Subgerencia de la Empresa, antes no funcionaba, aquí, eran espacios abandonados. Estamos haciendo pruebas del tren patrimonial, estamos coordinando con la señora Ministra de Patrimonio, con Turismo. Se está repotenciando las máquinas y se está capacitando a técnicos en el manejo de las locomotoras electrodiesel Alston. Los talleres de Riobamba se convertirán en los principales en estos trabajos de repotenciación”, indica Cabrera.

Durante el actual Gobierno del Presidente Rafael Correa, se declaró a la red ferroviaria del Ecuador, “Monumento Civil y Patrimonio Histórico Testimonial simbólico”, en qué nos beneficia esta declaratoria? Es una pregunta que deberán responder las autoridades con concreciones, mientras esperamos el cumplimiento de la anhelada rehabilitación anunciada para el año 2012.

El ferrocarril, símbolo histórico del país, atractivo turístico mundial, obra maestra del ingenio y la técnica, es más que eso, es parte nuestra, de nuestra gente.

Para el periodista César Andrade, ex Secretario General en los ferrocarriles, se añora el ferrocarril, “Por ejemplo el tren de navidad recorría las estaciones del país llevando el saludo y el agasajo a los trabajadores, dándole presencia a la empresa. (En el campo social), el Club Ferroviario de Riobamba, era de gran prestigio, comparable en esa época con el Club Chimborazo”, en cuanto a la rehabilitación Andrade dice, “aún no pierdo la esperanza de que en este gobierno del Presidente Rafael Correa más bien haya una nueva luz para el ferrocarril, así lo ha reiterado en varias ocasiones, este ferrocarril es una inyección de fe, un inyección de compromiso, para que el ferrocarril siga surcando los caminos de la Patria”, concluyó.